Li Edelkoort de PejGroup LLC habla en este artículo (https://lnkd.in/eMjViVG) de la cuarentena en el consumo: «Esto significa que el virus mostrará cómo la desaceleración y el apagado pueden producir un mejor ambiente que seguramente será visible a gran escala».
Lo que me lleva reflexionar que, una vez las personas hayamos visto las radicales y rapidísimas consecuencias positivas que también tiene la desaceleración, difícilmente vamos a volver a ser los de antes.
Ver como vuelven los cisnes o incluso los cocodrilos a los canales de Venecia, o ver como el aire es ahora nuevamente respirable en China, es imposible que no deje una marca imborrable en las personas, que se traduzca en nuevos comportamiento como consumidores.
Escribía hace poco por aquí, lo difícil que resultaba en España para las marcas el realizar una acción eco-friendly sin ser acusadas de oportunistas o incluso de hipócritas (green-washing).
Sin embargo, en cuanto salgamos del confinamiento, podría haberse trastocado esta percepción que, sumada a la brutal recesión económica que vendrá (y de la que parece que nadie quiere hablar), se convertirá en una exigencia de los consumidores hacia las marcas.
¿Sabrán las marcas anticiparse a estos cambios y estar a la altura?
