Nuestro abordaje de los proyectos de innovación se caracteriza por una reinterpretación de los procesos de Design Thinking, añadiendo una fase anterior y una posterior al proceso de creación.
El Desing thinking es una metodología consistente en workshops de co-creación grupal, con usuarios y trabajadores de la empresa, orientada a generar ideas innovadoras de productos / servicios que satisfagan mejor las necesidades de los usuarios. Sin embargo, esta metodología estaba originariamente en manos de los diseñadores, que, aunque demostraban un gran dominio de las técnicas creativas, a mi entender, tenían graves carencias:
PREGUNTA 1: ¿Tiene el problema los 3 elementos clave de un desafío?
1) QUÉ: problema u oportunidad que estamos abordando.
2) PARA QUIÉN: cliente o usuario al que le solucionamos el problema.
3) POR QUÉ: beneficio que obtenemos al resolver el desafío.
PREGUNTA 2: ¿Es un Proyecto o un Problema?
PROYECTO:la necesidad puede ser resuelta con herramientas y rutinas conocidas, o contratando a un experto.
PROBLEMA: no podemos resolver la necesidad con herramientas estándar, y debemos aplicarherramientas creativas.
PREGUNTA 3: ¿En qué nivel está?
Si nuestro reto es de un nivel muy alto, muy general, tenemos que trabajar un poco más, seguro que podemos dividir el reto en partes y encontrar retos más concretos. Trabajar un desafío muy genérico lleva a soluciones muy vagas.
PREGUNTA 4: ¿Se entiende el reto cuando lo explicamos?
La última prueba es explicar el reto a alguien que no haya participado en su definición y ver si lo entiende.
Porque no se trata de rellenar coloridas plantillas para hacer un burdo retrato, sino de conocer en profundidad lo que moviliza a tu target.
Porque entendemos que los estímulos no acotan la capacidad creativa, sino que, por el contrario, le dan alas y un cielo en el que volar, sin salirse del universo.
Porque como recogía David Kelley, fundador de IDEO, en su célebre frase “Fracasa más rápido, triunfa antes”, es importante aprender a fallar rápidamente
Porque es vital encontrar en equilibrio entre la originalidad y la viabilidad, evitando limitaciones tecnológicas o presupuestarias.
Por último, consideramos básico testar las ideas surgidas con su público objetivo. Pero evidentemente, no de cualquier manera.
Aquí, las recomendaciones de la filosofía “Lean Starup”, tan populares dentro del pensamiento de diseño, de que sean los propios creadores de las ideas o los fundadores de las startups quienes realicen la investigación de mercados, nos parecen del todo inadecuadas. Las “sencillas” técnicas que recomiendan, como el Test de la Madre (The Mom Test), de Rob Filtzpatrick, que da pistas de “cómo entrevistar clientes y evitar que te mientan” o técnicas como la Entrevista solución, para “post-testar los prototipos en 10 sencillos pasos”, nos parecen las principales causas de que 9 de cada 10 startups fracasen, ya que, si es el propio creador de la idea el encargado de testarla, se corre el riesgo de que:
Solo la investigación de mercados llevada a cabo por profesionales permite reducir la incertidumbre en la toma de decisiones, lo cual es especialmente relevante los entornos V.U.C.A. (siglas en inglés que hace referencia a la Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad) en donde suelen llevarse a cabo los procesos de innovación.
Algunos ejemplos sobre el tipo de estudios de innovación que solemos realizar aplicando nuestra interpretación del Desing thinking son:
Especial mención merece la nueva propuesta que hemos diseñado para ayudar a las empresas a hacer frente a la creciente demanda de los consumidores de que sean las empresas quienes abanderen la transición hacia una mundo más sostenible:
Se trata de un nuevo producto exclusivo, en el que ofrecemos a las empresas la posibilidad de crear un laboratorio de experimentación e innovación, formado por miembros de los diversos departamentos de la empresa, en el que los que ir trabajando cada mes en un nuevo reto en relación a la sostenibilidad, a lo largo de un año. El trabajar sobre 12 retos diferentes, dará lugar a multitud de ideas de mejora en muy diversas áreas, que se irán implementando poco a poco en algunos departamentos o plasmando en prototipos de productos / servicios, de cara a irlos optimizarlos y validando.
La principal ventaja de esta herramienta es el hecho que posibilita un espacio de experimentación en la que se diluye el miedo de los equipos a fallar, a la vez que genera una mentalidad de mejora y una mayor implicación de la plantilla, que se comienza a autopercibirse como el motor del cambio.
Vicepresidente
Istituto Piepoli
Instituto investigación de mercados y opinión
Italia